Siempre abordamos la tarea que nos convoca centrándonos fundamentalmente
en el vínculo; esto es, priorizando la construcción de un lazo de
confianza entre acompañante y acompañado. Orientados por esta premisa,
nuestros acompañantes ofrecen, en todo momento y desde el inicio,
una presencia que es a la vez receptiva y cálida, dispuesta a conectar
desde la contención no sólo con el estado de vulnerabilidad propio del
acompañado/a, sino también con las ansiedades que eventualmente puedan
emerger en su entorno cercano.
De acuerdo a las necesidades de cada
familia, ofrecemos equipos de acompañantes que se mantienen en
permanente comunicación entre sí y que semanalmente acuden a un espacio
de supervisión brindado desde la coordinación. Asimismo, realizamos un
continuo intercambio de información con los diferentes profesionales y/o
actores institucionales que integran el conjunto tratante del paciente.
Como herramientas de trabajo, nos servimos en muchos casos de recursos
artísticos (actividades de arteterapia: música, danza, plástica), los
cuales han probado ser muy efectivos en la dinámica con personas que, en
la situación de acompañamiento, logran expresarse mejor por medios no
verbales.
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